cable a tierra

viernes, junio 16, 2006

En el patio del colegio...

Parece canción de la Ma. José Quintanilla, pero es justamente ahí en donde pude revivir una experiencia de lo más paranormal. Es como si el tiempo no hubiese pasado, me parece cerrar los ojos y ver pasar como película las imágenes más felices de mi vida... Mis tiempos en el colegio. Hoy miraba el entorno, mis ojos estaban llenos de nostalgia recordando los tiempos aquellos en que todo era risa, amor y efervescencia. Me parecía ver en los balcones, muertos de la risa, haciendo maldades a mis amigos Adalberth, Marcelo, Leo y Francisco. Cómo olvidar tantas leseras vividas, libros de clases adulterados, y los muy barsas yéndose de negativa hasta el final. Mis paseos por el patio con mis amigas Xime, Naty, Myrthita y nuestros tiempos de fantasías eternas, los recreos... Cómo olvidar esos tiempos, y aquellos amores.
Nuestros profes... la rabia que le hacíamos pasar a la pobrecita profe de castellano, con el Marcelo, y el famoso ruido al botar la botella. El profe Zúñiga, que cumplía nuestras fantasías adolescentes con su pinta entre comunista y hippie, más conocido como John Lennon... está igual, es como el vino, la única diferencia, que ahora ya no me reta, se ríe de las leseras que hacíamos. Y mi amigo del alma, el Jorge, cómo olvidar al ancla de mi rehabilitación, con él dejé de decir garabatos, de portarme tan mal, y de tener anotaciones negativas, y es que él con su guitarrita mágica fue para mí como el Flautista de Hamelin para los ratones... Me es imposible estar trabajando ahora, en el mismo colegio, y no recordar incluso las canciones que escuchábamos en los recreos... Hay muchas más historias, muchas más anécdotas, y muuuchos más secretos, pero lo importante de publicar es que la experiencia paranormal fue haber viajado en el tiempo, 14 años después, darme cuenta que los llevo en el alma, como los momentos más felices que viví en mi adolescencia...